jueves, 18 de agosto de 2016

¿Son caras las AFP? Sí





 

Respecto del tema de las comisiones hay que reconocer que existe mucho ingenio para su presentación. Cito ejemplos, ¿ha oído Ud. esta afirmación: las comisiones son un porcentaje bajo del sueldo, digamos un 1%?, y no toman en cuenta que en realidad lo relevante es el porcentaje que la comisión representa del monto total que Ud. destina a su jubilación, y por lo tanto, el mismo 1% del sueldo equivale a un 9,1% del monto que se le descuenta mensualmente. ¿O estas dos siguientes, en defensa de lo anterior y dignas de un premio a la creatividad?: a) la comisión se cobra una vez y nunca más, sólo en el momento que ocurre el descuento, después la administración es gratis; b) la comisión como porcentaje del monto administrado es decreciente en el tiempo, llegando a ser un porcentaje muy mínimo, inferior a lo que cobran otras inversiones alternativas. Ingeniosos.

La comparación con otras alternativas de ahorro, en mi opinión, también es limitada, toda vez que se trata muchas veces de propósitos y horizontes de inversión distintos.  Por su parte, comparar con otros sistemas de pensiones tiene el inconveniente de que se pueden presentar estructuras de cobros diferentes si no se llevan a la Tasa Efectiva de Retorno (o TIR) para el afiliado. Y aquí el punto central: sólo la TIR para el afiliado es el indicador que al considerar tanto la rentabilidad del fondo como las comisiones permite entregar información exacta y comparar peras con manzanas.

Normalmente, cuando se habla de los retornos de los multifondos se hace desde el punto de vista de la inversión en sí misma y no desde el punto de vista del afiliado. Todos los cálculos y comparaciones que se hacen consideran la rentabilidad bruta de la inversión, sin deducir las comisiones que mes a mes paga el cotizante. Grave error de omisión.

¿Cuál será el efecto de las comisiones en la rentabilidad para el afiliado? LA (destaco LA como sinónimo de única) herramienta matemática-financiera que domina a cualquier otro indicador creativo que queramos usar es la Tasa Interna de Retorno (TIR) implícita en los Flujos de Caja FINALES para el afiliado. El afiliado hace un trato o pacto en que cada mes destina el 10% más la comisión cobrada a cambio de un fondo acumulado al final de su vida laboral. La tasa que iguala el valor futuro de los ahorros mensuales (comisiones incluidas) con el fondo acumulado es la rentabilidad relevante para él. Esa es la TIR.

Hagamos el cálculo. Consideremos los datos de más de 30 años, desde la creación del sistema (1981) y luego (2002) las 5 opciones que se crearon con los multifondos. El siguiente cuadro resume los retornos de la inversión (brutos) y la rentabilidad final que para el afiliado (TIR, deducidas las comisiones). No se decepcione.


Para el período 1981-2012, ¡las comisiones representaron más de 300 puntos base de la rentabilidad bruta! Para ser justos en el análisis, debería caer un poco si aumentamos el plazo a unos 40 años, pero ojo, también estamos considerando el caso de una persona que cotizó por 31 años, ¡sin ninguna laguna previsional!

Los porfiados de siempre puede que nos den otro argumento: la función de las AFP no es sólo invertir, existe una serie de tantas otras tareas que las AFP deben hacer, tales como recaudación, cobranza judicial, administración y pagos de beneficios, sucursales, gestión comercial y un largo etcétera. Tareas todas que deben ser financiadas. Es cierto, si la comisiones sirven para financiar estas otras actividades (argumento totalmente discutible y que da para otro apartado ya que son productos distintos), ¡con mayor razón deben ser deducidas de la rentabilidad bruta!

Informar sólo la rentabilidad bruta es entregar información parcial. Perfectamente los afiliados podrían sentirse “engañados”.

A la luz de los hechos, ¿no resulta caro el sistema, especialmente cuando sabemos que una AFP no se puede diferenciar del promedio del sistema, ya sea por la camisa de fuerza que impone la legislación o porque no está claro que posea una capacidad superior de análisis y market timing, y que, en equilibrio, su rol es prácticamente nulo en la obtención de rentabilidades anormales, más allá de las que explica el riesgo asumido?

Por paradójico que resulte, la estrategia más sensata para una AFP (¿Estatal?) apunta a lo siguiente: “seguir al resto” en sus portfolios de inversión, cuidándose de prometer sólo eso, y diferenciarse radicalmente en las comisiones cobradas, que éstas lleguen a ser una fracción de incluso la más barata que hay actualmente, constituyendo una señal clara de precios de equilibrio de largo plazo.

 

Iván Rojas Bravo.

 

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