miércoles, 2 de diciembre de 2015

La Magia del Sistema de Pensiones


http://www.elmostrador.cl/mercados/2015/09/14/opinion-a-proposito-de-la-comision-bravo-una-mirada-a-profunda-al-sistema-de-pensiones/

Es el título del libro que acabo de publicar, cuyo texto digital está disponible gratuitamente (fono 226110440). Contiene una visión analítica y crítica del sistema, sin eufemismos, que pienso sinceramente es distinta a lo que comúnmente se lee. Aquí ocho puntos principales.

1)      Un análisis del sistema de pensiones debe considerar tanto el proceso previo a la jubilación (ahorro en las AFP) como lo que ocurre después en el pago de las pensiones, donde las Compañías de Seguros de Vida (CSV) tienen un rol determinante en las Rentas Vitalicias ofrecidas. La mayoría se enfoca solo en la primera parte (¿comisión Bravo?).

2)      La idea del sistema de capitalización individual es buena en relación al insostenible sistema de reparto, pero no es la solución al problema demográfico de la sobrevida en la tercera y cuarta edad. Contrario a lo que se tiende a creer, el mercado de capitales no tiene atributos para dar una solución integral a este problema. Por lo tanto, el sistema de pensiones es sólo un complemento a otras alternativas de ahorro que las personas deben prever y a otras fuentes de recursos cuando se jubilen, como por ejemplo, la solución natural que debería ser que los hijos sean los principales responsables del cuidado de sus padres envejecidos.  La única forma en que el sistema pueda compensar las variables exógenas que no son de su responsabilidad (mayor esperanza de vida, parcialmente lagunas previsionales y nivel de ingresos), y lograr entregar pensiones equivalentes a un 70% del sueldo promedio de los últimos años, es postergar en por lo menos 5 años la edad de jubilación y, como mínimo, duplicar el porcentaje de descuento actual. Ambas en paralelo; impracticables.

3)      La jubilación es una de las principales inquietudes de la vida. Cuando se trata de diseñar un sistema de pensiones, su estructura debe operar en un ambiente seguro, libres de riesgo de no pago y debe asumir necesariamente condiciones de equilibrio y eficiencia de mercados. Permitir riesgos en las inversiones con el fin de lograr más rentabilidad es un juego que, por diseño del modelo, no entrega alternativas mejores que otras (que dominen), pero se entra en la dimensión desconocida de la probabilidad de perder. Hacer proyecciones usando retornos promedios es, entonces, además de conceptualmente incorrecto, incompleto porque no se le dice al afiliado cuál es su peor escenario, que es, terminar con un fondo acumulado inferior a la suma lineal de los aportes realizados.  Esta es la principal responsabilidad en las promesas implícitas que hacen las AFP y las promesas explícitas de las CSV en sus Rentas Vitalicias. También hay una responsabilidad en las Autoridades en no haber dimensionado los elementos de riesgo sistémico.

4)      Las condiciones actuales de nuestra economía son radicalmente distintas a las que existían cuando se diseñó el sistema, particularmente en lo que se refiere al riesgo país y retorno de las inversiones. La caída en el riesgo país significó una caída en todo el espectro de tasas de interés-descuento, revalorizando los activos por una sola vez. Estas condiciones no se van a volver a repetir. Adicionalmente, existe una caída a nivel internacional en las tasas libres de riesgo en los últimos diez años, donde todo hace suponer que seguirán bajas. Alardear de retornos pasados para validar el modelo tal vez nunca ha sido tan irrelevante para las rentabilidades futuras.

5)      La evidencia que ha dejado la experiencia de más de 30 años es que ninguna AFP es mejor que el promedio del sistema, ningún multifondo es mejor que otro y, también, ningún multifondo es mejor que una estrategia simple que siga a un índice accionario. Además, en sí el sistema es caro: para una persona que cotizó el 100% del tiempo desde el inicio del sistema, las comisiones representan por lo menos 300 puntos base de la rentabilidad bruta promedio anual informada.

6)      Contrario a lo que se cree, el sistema de AFP no es competitivo en sentido económico. Diferencias radicales de precios (comisiones) a un producto que no se puede diferenciar es una muestra. Una AFP Estatal debería apuntar a no ofrecer rentabilidades que no puede asegurar y, no obstante, serán consideradas como una promesa, y centrarse en generar más competencia por medio de cobrar comisiones que sean una fracción de las existentes actualmente; tecnología disponible y mediante. Líder en costo y no en rentabilidad. Y ofrecer “seguir al resto” en los aportes adicionales que los afiliados pudieran hacer, porque los obligatorios no son para jugar en el casino. Por su parte, extender aún más el proceso de licitación de cartera permitiría atacar de mejor manera este mercado imperfecto. 

7)      En relación a la etapa post-jubilación. Ya la queja de la ciudadanía es que las pensiones son bajas, por distintas razones. Pero aquí se agrega otro factor, incluso de mayor importancia, y es que los riesgos asumidos podrían llevar a que incluso las Rentas Vitalicias de las CSV no se paguen en su totalidad. Los modelos se supervisión basado en riesgo no están cumpliendo su rol, porque se ha descuidado principalmente el efecto que tienen las bajas tasas de interés en valorizar correctamente los pasivos de las compañías de seguros. Si las compañías de seguros de vida valorizaran sus pasivos siguiendo pautas puras libres de riesgo terminarían con patrimonio negativo. Si a esto agregamos que castiguen sus activos aplicando el equivalente cierto de cada uno o exigir un Estado de Resultado Económico ajustado a cero riesgo, la situación empeora.

8)      Los controles de la Autoridad son ineficientes e incluso contraproducentes. No apuntan a dar certeza en el pago de las pensiones. En el modelo de las inversiones de las AFP, previo a jubilarse, se permite riesgo en las inversiones, situación que es totalmente discutible porque no hay magia en la dimensión riesgo-retorno y por las promesas implícitas que se han hecho al estimar valores futuros usando retornos esperados. Con todo, y en estricto rigor, este riesgo lo asume el afiliado en su eventual menor fondo final acumulado. Pero en las Rentas Vitalicias de las compañías de seguros de vida ya se ha asumido un compromiso ineludible con los pensionados. Hay una promesa explícita que se debe cumplir contra viento y marea. Por lo tanto, si ya es discutible que las AFP asuman riesgo, con mayor razón lo es para las compañías de seguros. Los test de supervisión incluso hacen trampa al no valorizar los pasivos a una tasa de cero riesgo, permitir que se ajusten a las mayores expectativas de vida en cómodas cuotas anuales y permitir inversiones riesgosas. Y el capital de respaldo es insuficiente.

Iván Rojas B.

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