martes, 12 de abril de 2011

El conundrum de De Gregorio







En un reciente cónclave de los principales ejecutivos bancarios del país, el Presidente del Banco Central, José De Gregorio, planteó que “no tiene explicaciones convincentes” para explicar por qué las tasas de los créditos de consumo son tan altas, en el contexto en que todo (el sistema bancario) se ve funcionando bien. “Existe un puzzle…es difícil explicar tasas promedio de créditos de consumo del orden de 30% y más”, añadió.



Las respuestas al invitado apuntaron al mayor riesgo de la cartera de consumo en los segmentos más bajos, los costos de administración y ventas y la escasa información de deuda, por lo que resultaría necesaria una consolidación de información y, aprovechando la ocasión, modificar el tope que impone la Tasa Máxima Convencional, que impide bancarizar a los sectores de menores ingresos. Se aprovechó de recordar, además, que los spreads de los créditos comerciales e hipotecarios son significativamente menores.



Algunas pautas para descifrar el acertijo. La realidad es que en Chile existen dos mercados de capitales. Está aquel que enfrentan las grandes empresas, tipo Falabella y Copec, donde efectivamente los spreads son competitivos. Las empresas AAA de nuestro país pueden acceder a múltiples ofertas de financiamiento: deuda pública y privada, local y externa. Por lo tanto, los bancos chilenos están presionados a colocar sus créditos a tasas bajas.



Por otra parte, está aquel mercado de capitales que no es competitivo. En el caso de los créditos de consumo, se da un caldo de cultivo para ventas atadas (o conjuntas), asimetrías de información con respecto al costo efectivo del crédito (que puede superar la Tasa Máxima Convencional) y dificultad de ofrecer créditos directos desde otro país, entre otros síntomas.



Con todo, se argumenta que las altas tasas cobradas responden al mayor riesgo de no pago (que paradójicamente parece que no tiene relación con el riesgo país… ése sí que es un acertijo). Este punto podría ser engañoso. El año pasado, la tasa de interés promedio para créditos menores a 200UF fue 33,4% anual. Los créditos de consumo (14% de las colocaciones totales) tuvieron provisiones de 6,3%. Pero provisión no significa que finalmente sean incobrables; de hecho, durante el año 2010 la cartera vencida de los créditos de consumo estuvo cada mes entre 0,46% y 0,60% y la morosidad real fue un 2,29% del total de la cartera.



Veamos el caso de un banco hipotético, exclusivamente dedicado a entregar créditos de consumo, con una estructura de apalancamiento y eficiencia similar al promedio de la banca y que, dada su política comercial ultra agresiva, registra un porcentaje de cartera vencida, definitivamente incobrable, de 5%. Este banco tendría que colocar sus créditos sólo al 21% anual (esto es, al 1,6% mensual) para obtener un retorno sobre el patrimonio (ROE) de 10%; si las colocaciones fueran al 25% anual, el ROE se dispararía al 25%. Para qué hablar si los créditos fueran colocados al 30% y más, como ocurre en la realidad.



Es un mito que el mayor riesgo impida menores tasas en Chile. Es hora que las autoridades ejecutivas y legislativas resuelvan esta costosa ineficiencia con mayor competencia, y de paso, resolver aquel paradojal conundrum.



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