martes, 5 de agosto de 2008

¿19% de desempleo en Chile?


Según las últimas cifras del INE correspondiente al trimestre abril-junio 2008, la tasa de desempleo en Chile fue de 8,4%, superior al 6,9% del mismo trimestre del año anterior. Pero se sigue creando empleo: 185.430 nuevos puestos de trabajo en un año; el alza del cuociente, entonces, se explica por el aumento mayor en la fuerza laboral, la que en doce meses se incrementó en 316.340 personas.

La fuerza de trabajo se define como la población mayor a 15 años que posee o está en búsqueda activa de empleo. En Chile, la fuerza de trabajo alcanza los 7,1 millones de personas, equivalente a un 56% de la población mayor a 15 años. Si bien este porcentaje ha aumentado en el último lustro (el promedio 1990-2003 fue 50%), aún es considerablemente menor, por ejemplo, al 64% de Estados Unidos.

En otras palabras, en Chile no todos “los que deberían” estar buscando empleo lo hacen. Y la tasa de desempleo informada esconde este hecho: que hay mucha gente que simplemente no busca trabajo –resignada tal vez– porque simplemente sabe que no lo encontrará. Si no lo cree, pregúntele a una mujer con hijos si desearía trabajar media jornada o a un joven universitario si desearía trabajar unas cuantas horas a la semana. Si aplicáramos en Chile el mismo porcentaje de la población norteamericana como parte de la fuerza laboral, la tasa de desempleo sería de 19%... un pequeño detalle cuando se comparan tasas de desempleo a secas, particularmente cuando se aprecia que algunos estados del país del norte registran tasas de desempleo “similares” a la nuestra.

Pero, ¿por qué en una economía como Estados Unidos una mayor parte de la población pertenece activamente al mercado laboral y se genera proporcionalmente más empleo que en Chile?
Casi ningún economista serio pone en duda que la inflexibilidad laboral existente en Chile tiene un efecto directo en la baja empleabilidad. Lamentablemente, vemos como muchas veces la discusión pasa por abultar el código laboral, como si por decreto se solucionaran los problemas.
Es esta supuesta “protección” al trabajador la que le impide encontrar trabajo: una comparación entre las principales normas laborales en Chile y Estados Unidos muestra que las principales cláusulas laborales en el segundo país se definen en una negociación libre entre trabajador y empleador… y el “capitalismo salvaje” funciona en ese caso. De hecho, las mismas estadísticas del norte hablan de cantidad de semanas en las cuales una persona tarda en encontrar un empleo, mientras que acá en el sur, si bien no hay cifras oficiales, hablamos de meses, incluso de años.

Y no nos engañemos. Si bien las estadísticas muestran que la fuerza de trabajo femenina ha superado por primera vez a las dueñas de casa (40,8% vs 40,3%, respectivamente, ambos como porcentaje de la población mayor a 15 años), esto debería haber pasado hace muchos años en Chile. Que no nos confundan con que es un problema cultural. Y por cierto, lo bueno sería que no sólo formen parte de la fuerza laboral, sino que efectivamente encuentren trabajo.

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