viernes, 4 de enero de 2008

Del exterior al interior


A pesar de que el Gobierno ha manejado mal la salida del ex ministro del Interior Belisario Velasco, porque en estricto rigor constituye una renuncia y no un cambio de gabinete, no todo está perdido. La Presidenta podría hacer la jugada más audaz y estratégica de su gobierno.

¿A quién nombrar como nuevo ministro del Interior? Nada menos que a Joaquín Lavín. El mismo sr. Lavín ha planteado en varias ocasiones que él se fija en las personas más que en su color político, por lo que en un eventual gobierno suyo no tendría reparos en nombrar a colaboradores de distintas tendencias políticas. Prisionero de sus palabras, ante una invitación por parte de Michelle Bachelet, no le quedaría otra que aceptar.

La idea no parece tan descabellada. De hecho, Bachelet ya ha hecho algo parecido al invitar a Lavín a formar parte del consejo asesor “hacia un Chile más justo”. Puras ganancias políticas, ahora y para las próximas elecciones.

El “terremoto” que generaría esto en todo el mundo político sin duda que requiere una dosis de importante liderazgo para defenderlo y justificarlo. Precisamente ese mismo liderazgo que tanto se ha cuestionado.

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