jueves, 4 de octubre de 2007

Un salvavidas para Bachelet




Los magros resultados mostrados por la encuesta Adimark no han pasado desapercibidos para el Gobierno, como quizás ocurrió con alguno anterior, en los que era recurrente escuchar que no se trabajaba en función de las encuestas. La aprobación ciudadana a la gestión presidencial bajó a un preocupante 35,3% y seguramente –tal como en una guerra– las reuniones en el salón de las decisiones ya no son tan triviales.

¿Qué hacer? Difícil, si no se quiere caer en análisis muy generales del tipo “mejorar la gestión” o “hacer que el país crezca más” –por dar algunos ejemplos– y que en el ámbito empresarial equivaldrían a decirle al director de la empresa que “la compañía debe mejorar sus márgenes”. La gran pregunta es cómo revertir esta situación, con pocas ideas centrales, pero específicas a la vez, y sin ceder a tentación para caer en el populismo, un caro antídoto de cortísimo plazo.

A riesgo de caer en las mismas generalidades, algunas sugerencias:

Existe consenso en que la caída en la aprobación está asociada con la gestión del Gobierno. El Transantiago es el caso símbolo. Por lo tanto, en lo inmediato Bachelet debería tener claros que proyectos en carpeta son los que poseen consenso con la oposición y acelerar su aprobación en el Parlamento; cuáles podrían tener un acuerdo, y hacer el lobby apropiado; debería también dejar encima de la mesa proyectos del tipo sistema binominal, difíciles de llegar a acuerdo, pero que con una buena estrategia comunicacional se pueden obtener importantes dividendos, en lo que a frío cálculo político se refiere.

El nuevo escenario de mayor gasto fiscal puede ser una buena oportunidad para usarlo eficientemente (una generalidad, es cierto), sin necesariamente abarcar las casi ilimitadas áreas, sino enfocarse en las que mayor efecto tienen en los más pobres. En este sentido, en lo que queda de su mandato, Bachelet debería esforzarse por reasignar el gasto social en los quintiles de menor ingreso, un cambio necesario cuyo timing viene como anillo al dedo (ver http://comopiensasves.blogspot.com/2007/08/la-magia-s-existe.html).

Finalmente, centrarse en los problemas que mayor insatisfacción causan en la gente (otra generalidad): el Transantiago, el empleo y la delincuencia. Los entendidos han dado varias ideas concretas en todos estos casos. Habría que empezar a analizarlas en serio, seleccionarlas y jugársela.

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